La oscura historia de la prima Montse. Juan Marsé
En "La oscura historia de la prima Montse" (1970), Juan Marsé hace un magnífico retrato de la sociedad burguesa católica catalana de los años 50 y 60.
La familia Claramunt vive en la opulencia, entre iguales, por encima del bien y del mal. Mientras Nuria es una hija presumida, exitosa y caprichosa, Montse es abnegada y con una gran bondad.
Acogen a Paco, el primo pobre del sur, casi como una obra de caridad. Le emplean en la empresa familiar pero tratan de guardar la distancias y dejar claro que es un familiar de segunda clase.
Paco, avispado y ligón, pronto se encapricha de Nuria, y ella de él, viviendo una prohibida historia de amor durante toda su vida.
Montse, que va de casa a la iglesia y viceversa, dedica sus esfuerzos a ayudar a los más necesitados. Es la oveja negra de la familia, puesto que ella lo hace por convicción y no por mantener las apariencias de personas pudientes que tratan de hacer una sociedad más justa y equitativa.
Se enamora, sin ella saberlo de Manuel, un preso guapo y avispado, que pronto entiendo que Montse puede ser su trampolín hacia una vida mejor.
Mientras, Nuria se casa con Salvador Vilella, un joven religioso e inteligente, que conquista a Luis, el padre de Nuria, y se hace con las riendas de los negocios. No dejará de ser un matrimonio casi de conveniencia, una fachada, para colmar las ambiciones de Salvador y cubrir los deslices de Nuria.
La historia de Montse llega a oídos de la familia, que usa todas las armas para hacer desaparecer a Manuel del mapa. Las consecuencias de estos actos, son impredecibles y dramáticas.
Una historia de clasismo, donde hay un paralelismo entre los personajes de Paco y Manuel. Ambos son poco menos que una obra de caridad, dos encariñamientos sociales entre las hijas de clase alta y los jóvenes de clase humilde (a pesar del apellido de Paco, no deja de ser un familiar de segunda).
La religión envuelve toda la obra. La iglesia buscar captar fieles entre los más pobres, los más desarrapados, los más débiles. Sus tentáculos y su proselitismo está por todas partes.
Una buena novela, de crítica social, de lucha de clases, de riqueza y de miseria. Muy en la línea de Marsé, aunque alejada de mis anteriores lecturas, que estaban más centradas en la posguerra y en las clases bajas casi en exclusiva. Interesante contraste.
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