El hombre que cayó a la Tierra. Walter Tevis
Hasta el momento, Tevis está siendo infalible. Espero que cuando aborde sus tres novelas que no son de ciencia ficción o distopías, la sensación siga siendo la misma.
En "El hombre que cayó a la Tierra" (1963), Tevis explora una Tierra visitada por un extraño personaje, que encierra un misterio. El señor Newton, un hombre estilizado, albino y físicamente frágil, resulta ser un genio, un inventor compulsivo con una misión: construir una nave espacial.
Poco a poco, dos personas se ganan su confianza y una de ellas, el químico Bryce consigue, tras muchas sospechas, descubrir el secreto. Se trata de un extraterrestre en misión especial, procedente de un mundo moribundo, en el que prácticamente todos los seres han muerto debido a las guerras nucleares que lo han asolado.
Newton busca ser el salvador de la Tierra, dado que el camino que seguimos coincide con el de Anthos, su planeta, y las consecuencias las conoce.
Pero la burocracia se impone al talento y Newton acabará alcoholizado, sin futuro, arrinconado en un antro de mala muerte, cegado por las torturas y sin energía ni motivación para seguir con vida.
Tevis se adentra de nuevo en la ciencia ficción, aunque aprovecha para criticar nuestra belicosidad y nuestra ceguera para abrazar el progreso, la convivencia y la ciencia. La burocracia, la industria armamentística y el poder lo corrompen todo, incluso lo que sería el mayor descubrimiento de la historia de la Humanidad: el descubrimiento de vida inteligente más allá de nuestro planeta.
Un relato vibrante, atractivo y bien escrito, en la línea magistral de Tevis.

Comentarios
Publicar un comentario