San Manuel Bueno, mártir. Miguel de Unamuno

"San Manuel Bueno, mártir" (1931) es una pequeña joya de la literatura española. Escrita por Miguel de Unamuno (1864-1936), uno de nuestros escritores más ilustres, muestra una fé más allá de las creencias religiosas.

Encarnada por la figura de un párroco de aldea, cuyas dudas en las doctrinas de la Iglesia él entierra para dar esperanza a sus feligreses, para darles algo en lo que creer que les permita seguir adelante, a pesar de sus propia zozobra.

Un personaje anclado a la tierra, a la montaña y al lago, a la Naturaleza. Un cura animista, dispuesto a dejar a un lado su sotana y sus privilegios para vivir con las personas, entre las personas y para las personas.

Un cura con unas profundas convicciones humanistas, que no encuentra en la religión su esperanza, pero que lo oculta a ojos de sus feligreses. Tan solo Angelina (la narradora y portadora del espíritu del párroco) y su hermano Lázaro, que regresa a la aldea con ideas consumistas y alejadas de la tierra, y acaba siendo el más fiel súbdito de Manuel por su manera de entender la vida.

Unamuno transmite sus ideas ateas y que nunca dejan indiferente a nadie y vuelca su manera de entender la fé a través del personaje de Manuel.

Una novela de menos de cien páginas, pero que transmite tanto que merece ser leída. Sin duda.