Arroz y tartana. Vicente Blasco Ibáñez

"Arroz y tartana" (1984) es una novela de Vicente Blasco Ibáñez que se centra en las costumbres de la época (finales del siglo XIX) en Valencia. Una época donde las apariencias lo son todo, quizás incluso más que hoy en día, en la que había que mantener el status de la familia a cualquier precio.

La vida de Doña Manuela es la de una luchadora por ser considerada una notable del pueblo, una artista de las apariencias, de disfrazar la miseria de pompa y brillo, de ocultar las carencias y la ruina con seda y brillantina.

Además de Doña Manuela y sus cuatro hijos, muchos otros personajes transitan por esta obra. Desde el pequeño comerciante al que la Bolsa le nubla la vista hasta las últimas consecuencias, hasta el hermano avaro, pasando por los criados sumisos, los pobres decentes o el trabajador incansable. Una paleta de personajes con los que Blasco Ibáñez representa los diferentes estratos y personalidades de una pequeña población valenciana, en la que todos se conocen, todos hablan de todos y donde las apariencias son lo más importante, por encima de la vida.

Una obra de menor calado e impacto que "La barraca" o "Cañas y barro", con "Arroz y tartana" Vicente Blasco Ibáñez se centra en la vida de ciudad. Alejada de la dureza y crueldad extrema del campo y de la Albufera, esta obra gira en torno a la dualidad de las personas, sus ansias de mantener su posición, evitar el qué dirán y asegurar un buen futuro para los hijos mediante un buen matrimonio.

Es la historia del ascenso y el descenso de una familia, de tenerlo todo a no tener nada. Y en ese camino se sacrifica todo, hasta a la propia familia. Tal es el instinto para mantener las apariencias que arrasa con todo y con todos.

La mano de Blasco Ibáñez se ve permanentemente. Su capacidad descriptiva, su profundo conocimiento de su tierra, sus costumbres, sus Fiestas, su comida y bebida, sus sentimientos. Todo eso plasma en esta obra, en la que no falta el drama que por lo que he visto hasta ahora impregna toda su obra.

Una novela interesante, de fácil lectura pero varios peldaños por debajo de sus obras más notables.