Luna de lobos. Julio Llamazares

Si con "La lluvia amarilla" descubrí un gran libro e intuí un gran narrador, con "Luna de lobos" (1988) lo he confirmado. ¡Qué bien escribe Julio Llamazares!

Llamazares de nuevo nos acerca a su tierra, a las agrestes montañas de León y Asturias, a esos pueblos de piedra encajados entre valles, aislados, remotos.

En esta ocasión, nos habla de los maquis, de los hombres de la sierra. Aquellos idealistas que no quisieron o no pudieron aceptar la derrota del bando republicano y huyeron a la montaña, desde donde tratar de sobrevivir y contraatacar inicialmente, y huir al exilio posteriormente. 

Esta es la historia de cuatro jóvenes, y su vida salvaje en la montaña, asediados como alimañas, muriéndose poco a poco, sin remisión, mientras ven como aquéllos a los que quieren van siendo vilipendiados o ajusticiados por su causa.

Un libro de nuevo duro, crudo, pero magistralmente escrito. Llamazares nos traslada a los bosques y los peñascos de León, nos permite caminar entre los bosques de hayas, sentir la niebla en nuestros rostros, hacer nuestro el sufrimiento de Ángel, Ramiro, Juan y Gildo. 

Es una obra sublime, imprescindible, dotada de fuerza y de una carga emocional muy alta, oscura como los bosques que rodean la historia, dramática como la realidad que se vivió aquellos días.