Cuánta, cuánta guerra

Tras haber leído hace unos años "La plaza del diamante", la obra clave de Rodoreda, con sentimientos encontrados (es una buena novela pero las expectativas me hablaban de una obra magnífica), he decidido continuar con "Cuánta, cuánta guerra" (1982). 

Fue la última contribución de Rodoreda al mundo de las letras. Se trata de una obra experimental, extraña. Casi una ensoñación, un ensayo de pesadilla, un deambular oscuro de un personaje central, Adrià. Un muchacho que no sabe que hacer con su vida, que busca la huida constante en mitad de la Guerra Civil. A través de sus ojos profundos y su tránsito esquivo y errático, va tocando la guerra por momentos, en personajes que encuentra por el camino, en pueblos a los que llega para refugiarse, en encuentros violentos con militares y partisanos.

El libro es realmente extraño. No sabes si lo que ve y describe Adrià es la realidad, o realmente es todo un sueño. Si son hechos o alucinaciones. Si realmente ha llegado a salir en algún momento de la casa de su madre o todo es fruto de su imaginación. Es una escritura casi gótica, con personajes grotescos, casi fantásticos y una chica etérea, Eva, a la que persigue como si fuera un espíritu del bosque más que una persona de carne y hueso.

La prosa se mezcla casi con la poesía por momentos, la novela con el ensayo. Es un libro incalificable, que te deja un regusto de no haber entendido qué pretendía transmitir la autora con ella.

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