La barraca. Vicente Blasco Ibáñez
Vida y muerte en la Albufera. Así podrían titularse las novelas más célebres de Blasco Ibáñez. Si en "Cañas y Barro" se desarrollaba un drama en torno a la miseria de la Albufera y el deambular por la vida del protagonista, en "La barraca" la historia es similar.
En esta ocasión, un drama del pasado convierte una tierra en maldita. A ella llegan Batiste y su familia. Unos campesinos humildes, desarrapados, en busca de sustento y esperanza. La acogida no puede ser más violenta. Los vecinos no les quieren, pues la tierra maldita hace de freno a los usureros y terratenientes, y verla explotada desatará sus ansias para expoliar lo poco que les queda.
Batiste es tenaz, y a pesar del ambiente hostil que les rodea, va trabajando la tierra y reparando su barraca, tratando de aislarse del mundo. Su familia va sufriendo las consecuencias. La violencia infantil va haciendo mella y la tragedia termina por llegar. Sirve como un bálsamo, un breve nexo de unión entre los habitantes de la comunidad, unidos por el dolor y dejando de lado temporalmente el odio y el rencor.
Pero poco dura la tregua, y el final es tal y como se vaticina desde el inicio, dramático. Pimentó, el matón que campa por esa zona, impone su ley de la amenaza y la violencia y desata la tempestad.
Blasco Ibáñez vuelve a hacernos viajar a la Albufera de finales del siglo XIX, a esa tierra fértil, a ese vergel fructífero, pero que sirve poco más que para subsistir a los que lo trabajan. Nos vuelve a hablar de castas, de lucha de clases, de poderosos y humildes. Y de como la miseria desata las más bajas pasiones en todos nosotros y nos convierte en bestias.
A pesar de ser una gran novela, me ha gustado más "Cañas y barro". Me parece una obra más completa, más ambiciosa, con más hilos y un mayor desarrollo de los personajes.
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