La llama de Focea. Lorenzo Silva
Último caso de Bevilaqua y Chamorro hasta la fecha. En esta ocasión, el caso no es el protagonista de la historia. Es algo colateral, una herramienta que utiliza el escritor para reflexionar sobre el movimiento independentista en Cataluña, qué lo motivó y cómo afectó a la ciudadanía y al enfrentamiento entre iguales. Y cómo situó a las fuerzas del orden en una situación incómoda.
En paralelo con ese hilo histórico desde Barcelona 92 hasta la actualidad, intercala el meollo del libro. La propia historia de Vila. Su pasado en Barcelona, su juventud, sus luces y sus sombras. De esta forma, el personaje central de esta saga queda totalmente definido, desde su paso por el País Vasco, su estancia en Cataluña y su posterior traslado a Madrid, transitando de un equipo a otro de la Guardia Civil.
Se echa en falta frente a otras ocasiones más foco en el caso. Queda muy diluido y descafeinado. A pesar de más de quinientas páginas, da la sensación que es un accesorio de la obra y no la pieza central. Y eso queda a mi juicio en el debe de esta novela, que es casi más una novela histórica o un ensayo del personaje que una novela negra. O quizá esa es su virtud, que te saca de la zona de confort y de lo que esperas encontrar.
En cualquier caso, Lorenzo Silva no defrauda e hilvana una obra atractiva, que te imanta, te atrapa y te hace viajar sin moverte del sofá.
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