La muerte de Ivan Ilich y otros relatos. L. Tolstoi
El relato de "La muerte de Ivan Ilich" tiene dos partes muy bien diferenciadas, aunque unidas en la fatalidad que lo acompaña constantemente. Ivan Ilich es un funcionario ruso con ambición y hambre de progreso, que trata de medrar e ir progresando en el escalafón de la judicatura, buscando puesto que le den más dinero y más prestigio.
Se casa por compromiso, tiene hijos porque es lo que hay que hacer, pero su mente solo piensa en el trabajo, en la perfección de su vida, en las apariencias y en el qué dirán, en esa búsqueda de reconocimiento social.
Hasta aquí se ve un personaje lleno de energía y ambición, frío y calculador, vigoroso, sano. El estereotipo de ciudadano que toda sociedad querría tener.
Un fortuito accidente sin aparente relevancia acontece mientras reforma su nueva y aparente vivienda. A partir de aquí se desencadena la fatalidad. Una extraña enfermedad, de la que nunca se llega a saber en qué consiste, le empieza a consumir lenta pero inexorablemente. Su mujer y sus hijos, más preocupados de su vida social, sus enlaces matrimoniales futuros y el qué dirán, le van dejando en en una burbuja de soledad que le va matando lentamente.
Médico tras médico, nadie sabe diagnosticar qué produce ese dolor sordo que le atenaza la tripa. Su mente empieza a divagar, empieza a despegarse de la vida. Y empieza a reflexionar sobre ella, sobre lo que es importante y no lo es, sobre la muerte que le acecha, sobre el amor y la amistad.
Es un relato desasosegante, que se va tornando oscuro por momentos, que va privando al lector de luz, como así le sucede al personaje, que va perdiendo contacto con la realidad, encerrado en una habitación entre gritos de dolor y ausencia.
Tras este gran relato, el libro incluía dos más: El diablo y El padre Sergio, ambos de corte romántico que recordaba en lecturas previas de Tolstoi y que no termina de seducirme.
En "El diablo", un joven Evgueni hereda las tierras de sus antecesores y decide dejar su carrera y reorientar su vida. Se traslada a la granja, donde ha de hacer frente a las deudas y sacar a flote el negocio. Su vida en el campo, alejado de la ciudad despierta sus más bajos instintos, que sacia con una bella joven de la aldea de forma repetida, ante los ojos de todos.
Su vida transcurre entre el trabajo y el sexo, hasta que decide dar un paso más y contraer matrimonio con una joven, que le permitirá mejorar su posición social y formar una familia, algo del todo impensable con la aldeana. Su matrimonio es feliz, le colma plenamente, o eso piensa hasta que se topa con la aldeana y se despierta su apetito. Su mujer está embarazada, tienen un hijo, el negocio marcha bien. Todo parece perfecto en la vida de Evgueni pero no es así. Algo le corroe por dentro. La lujuria y la vergüenza le atenazan a partes iguales. La aldeana le tienta, con sus curvas y sus sonrisa, con sus encuentros fortuitos que uno y otro buscan consciente o inconscientemente.
Evgueni no puede soportar más esta locura en la que ha entrado y decide acabar con la vida de la joven, tomándola por el diablo que le impide ser feliz y le tienta constantemente, amenazando su futuro.
Finalmente, "El padre Sergio" es un relato similar al anterior. Kasatski, un joven con un futuro prometedor y muy ligado al emperador Nicolás I. Todo se tuerce cuando su prometida le confiesa que ha sido amante del emperador. Kasatski, movido por la tristeza, la vergüenza y la desilusión, decide abandonar su vida terrenal y entrar en un monasterio como monje.
Su vida se transforma radicalmente, consagrado al ascetismo y la oración, alejado del mundo y de la tentación.
Así transcurre su vida, en una pequeña celda, desde donde se convierte en un santón al que acuden las masas en busca de un milagro. De nuevo, se siente un estafador, no un verdadero creyente. Se avergüenza de su fé en Dios y, cuando es tentado de nuevo por la carne y cae en ese pecado, huye y se convierte en un alma errante, en busca del perdón de sus pecados.
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