Cienfuegos. Alberto Vázquez-Figueroa
Me sigue gustando todo lo que leo de Vázquez-Figueroa. ¡Cómo no le había encontrado antes! El destino supongo, o quizá lo poco que innovo en busca de nuevos autores.
Cienfuegos es la primera novela de una saga de siete libros (esto lo he descubierto al terminar el libro y ver que la historia no acababa). El protagonista, que da nombre a la novela, es un muchacho criado solo entre las montañas de La Gomera, con la compañía de un rebaño de cabras y la naturaleza.
El encuentro con Ingrid, una vizcondesa llegada a la isla, cambiará para siempre su vida. Se enamoran de forma apasionada, para el escarnio del marido de ésta, un grande de España, que pone precio a la cabeza de Cienfuegos. Se ve obligado a huir, bajo la promesa de Ingrid de reencontrarse en Sevilla y vivir juntos para siempre.
Pero Cienfuegos, sin cultura y asilvestrado, se mete de polizón en el primer barco que ve en el puerto. Y el barco no es otro que la carabela Santa María, que capitaneada por el Almirante Colón, va rumbo del mayor descubrimiento de la Humanidad: América.
Y es aquí donde el autor nos lleva de viaje, al descubrimiento del Nuevo Mundo, visto tras los ojos inocentes, puros y limpios de Cienfuegos. La travesía interminable, las dudas sobre la tierra descubierta, la obsesión de Colón por la gloria, los motines, toda la puesta en escena de Vázquez-Figueroa es impecable. Una novela histórica metida dentro de una novela de aventuras.
La llegada a Cuba, el hundimiento de la Santa María, el abandono de parte de los hombres allí, marcan la segunda parte del libro. La convivencia con los nativos se va haciendo insoportable, así como la cadena de mando.
Cienfuegos se adapta a la vida en América, se empareja con una nativa de la que espera un hijo, y trata de mantener unido al cada vez más deshilachado y enfrentado grupo.
Un huracán adelanta el anunciado final catastrófico, que se produciría de una u otra forma. Cuando Ingrid llega a Cuba en busca de su amor, encuentra que éste sigue vivo, tal vez el único superviviente, pero nadie sabe donde está. Solo una falsa lápida hecha por el mismo indica que está en alguna parte, menos bajo tierra.
Y acaba el primer volumen de esta saga. De ritmo trepidante, te absorbe y te muestra este pasaje histórico de una forma diferente, más personal, íntima y cercana.
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